lunes, 16 de septiembre de 2013

Un recuerdo para San Juan Ostuncalco





Artículo escrito por: Dora Escobar de Quiñonez.

    El traslúcido velo de la niebla se levanta tímidamente y bostezando, la nueva luz va dibujando en el friolento amanecer de diciembre.
     Camino lentamente escuchando el crujir de la escarcha bajo mis pisadas, paso frente a la añosa iglesia pueblerina y me voy en busca de la casa de Ana.  Camino por las calles aledañas a la iglesia y percibo el despertar el pueblecito, pues, en un murmullo todo empieza a emitir sonidos.
     Yo me siento increíble, con el alma hecha migajas.  !Con qué desgarro veo el despertar del día¡ , este primer día en que ella no estará presente.  Caminando por las calles empiezo a recordad... mi mente retrocede y me sitúa en una casa llena de luz en que la gentileza de mi padre y la dulzura de mi madre convergen en mi inocente risa.  Mi papá con su sombrero estetson y una sonrisa que nunca termina de borrarse de su rostro moreno, está en los afanes propios de la época; se recrea ante la visión dorada del maíz, se ufana en los áureos vaivenes de la espiga, se pierde en los apretujados terrones de la fecunda tierra de Varsovia.
     Ella es otra cosa, otra cosa verdaderamente dulce.  Ella se recrea ante la cascada de fucias que adorna el patio; se enorgullece ante el milagro de luz que son las flores de pitahaya, que parecen luceros arrancados a la aurora.  Ella compite con la majestuosidad del lirio y la sencillez de la amapola.  Ella es fuerza y amor; Ella es un astro.
     Ah, SAN JUAN OSTUNCALCO, cuánto te debo, me he robado tanto de tí, que si rio o soy amable, no puedo olvidar que todo lo bebí y lo aprendí de tu seno.  Jamás podré pasar desapercibidas las raíces que como fuertes hiedras, me atan al recuerdo de aquella casacuajada de flores en donde el verbo amar cobró en mi ser su escencia.  ¿Como olvidar, me digo, el tesoro del amor fraterno que un día lleno de risas aquel solar querido?
     Como olvidar el ladrido bullanguero de los perros cuando con ella recorríamos las veredas de Varsovia.  Y el tango CAMINITO que ella me cantaba...;   ¿Como olvidar los domingos en que mi padre escogía con amor la dulce fruta que en nuestra boca escurría la miel de la unión y la seguridad familiar?...Aunque los años han pasado y el prisma del tiempo ha proyectado nuevos ángulos, los años que viví bajo la prestancia de tu suelo furman parte de mí y así yo te bendigo pueblo, donde se conjugan el ayer en que ellos me colmaron de su amor y el presente que es ausencia y presencia a la vez.  OSTUNCALCO, déjame decirte que te amo y a la sombra de los ciruelos en flor, déjame soñar que el pasado vuelve y que tomada de su mano, voy feliz por tu campiña.

Árticulo públicado en la revista "Audaz".  Ostuncalco Noviembre de 1988.

   

viernes, 30 de agosto de 2013

No estas deprimido, estas distraido


Muchas veces me pregunto, si nuestra felicidad depende de las cosas que nos pasan, o simplemente de nuestro interior.  Hay cosas que nos pasan y que en muchas o pocas ocasiones nos hacen sentirnos mal o con dolor, y se que esto es normal, pero no podemos dejar que esto invada nuestra vida...todo en su justa importancia.

La felicidad es nuestra resposabilidad y proviene de nuestro interior, y no depende exactamente de alguna cosa o de otra persona...seamos felices y proyectemos esto hacia los demas, no esperemos que alguien o algo nos haga feliz...

jueves, 29 de agosto de 2013

Saludos. Esta es mi primera publicación


En que piensas cuando inicias tu camino.  Quieres que no te suceda nada mientras caminas, o al contrario te apasiona la idea de no saber que te va a ocurrir y por eso emprendes el camino.

Como dijo alguien, que de alguna manera ilumino al mundo: "...Y ya no sigo el camino, porque ya no tiene misterio..."

La fotografía, fue tomada en La comunidad "El Aguacate", en Nenton, Huehuetenango...y fue el inicio de una caminata que deparo algunas sorpresas....